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Trauma Craneoencefálico en Accidente de Tráfico
“Según los estudios llevados a cabo por varias organizaciones especialistas en el daño cerebral, son más de 30.000 las personas que sufren de diversos tipos de daños cerebrales sobrevenidos, lo que se podría calificar como una epidemia”.
Lo que es más dramático aún, se constituye por el hecho de que la inmensa mayoría de estos casos, se dan como consecuencia directa de un accidente de tráfico. Anotemos, de paso, que el Traumatismo Cráneo-encefálico suele ser un daño frecuente.
Consideraciones sobre el daño cerebral en los accidentes, en general
Desafortunadamente, cerca del 80 % de los casos se presenta en los jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 20 y los 35 años. Ahora, si consideramos que un daño cerebral puede suponer un cambio radical de vida del joven, el asunto se torna más dramático todavía.
Drámático para el lesionado y, por supuesto, para su familia, tanto por el factor emocional, como por el hecho de que, muchas veces, la lesión misma implica el que el paciente no pueda llevar una vida autónoma e independiente.
A este particular, digamos que este tipo de lesiones accidente de tráfico puede modificar, drásticamente, el estilo de vida del paciente (reiteramos) y de toda su familia que, algunas veces, debe enfrentar algunas modificaciones en el ámbito social pero, lo que es más importante aún, en el escenario laboral.
Para obtener una cobertura total, casi siempre es necesario contratar los servicios de un abogado especializado en el tema de los accidentes de tráfico y, más específicamente, en las secuelas accidente de tráfico y en el daño cerebral que las está generado.
Abogado que, dicho sea de paso, deberá lidiar, también, con las compañías de seguros involucradas en el siniestro que, muchas veces, tratan de convencer al paciente y/o a su familia de que “cierren el tema” con el pago de indemnizaciones que se pueden calificar de “irrisorias”.
Pero, como la temática de la presente publicación no es jurídica sino, más bien, médica, digamos que adscribirse a una asociación de daño cerebral es un buen camino a seguir, por cuanto el paciente podrá interactuar con personas que han sufrido su misma situación y, obviamente, con todo un equipo de profesionales de las direferentes ramas de la medicina.
En qué consiste el Trauma Craneoencefálico y su relación con el accidente de tráfico
También conocido como “TCE”, este trauma consiste en la acción por la que se produce un deterioro físico y/o funcional del cráneo, producido por un movimiento brusco y repentino.
Se presenta como una alteración del contenido cerebral (masa encefálica y otros tejidos cerebrales), con posible compromiso de conciencia, síndrome de vértigos y mareos e, incluso, con amnesia, generado por un mecanismo físico que puede afectar las diversas estructuras del cerebro.
Por la gravedad que conlleva este daño, el personal no médico, que se encuentre presente “después del accidente”, no debe intentar mover a los heridos ni, muchísimo menos, darles de comer o de beber. Es imprescindible llamar, de inmediato, a los servicios sanitarios especializados en estos accidentes.
Entre los mecanismos que producen el Trauma Cráneo-encefálico, tenemos, en primer término (no por orden de importancia), la aceleración e impacto, que se produce por un golpe brusco y repentino de un objeto no penetrante, en el cráneo.
Otro mecanismo es el de la desaceleración, que consiste en la detención brusca de la cabeza, cuando está en movimiento, lo que es frecuente en algunos de los tipos de accidente de tráfico.
Otro mecanismo es el del aplastamiento, que sucede cuando el cráneo recibe una presión que lo aplasta, cuando se encuentra en una posición fija. Sobra decir, que es el mecanismo que ocasiona las peores consecuencias, dado que el desenlace más común es el fallecimiento del accidentado.
Desafortunadamente, el aplastamiento del cráneo es frecuente en un “accidente moto”, sobre todo, cuando ha sido violento y, además, cuando el conductor y/o el pasajero no estaban protegidos con los respectivos dispositivos de seguridad.
El último de los mecanismos que causan Trauma Cráneo-encefálico, es el de la penetración o perforación, que se presenta cuando un objeto penetrante atraviesa la pared craneal, para llegar a los órganos internos.
Usualmente, las posibilidades de superviviencia son pocas dependiendo, eso sí, de la gravedad de la lesión (hay perforaciones mínimas).
Clasificación de los Traumas Cráneo-encefálicos, en función de dos factores
1. En función de la severidad, según la escala de coma de Glasgow
Leves: GCS 14 o 15.
Moderados: GCS 9 a 13.
Graves: GCS 3 a 8.
2. En función de los órganos afectados y el lugar
2.1 En cuanto al Sistema Óseo (Cráneo)
2.1.1. Bóveda Craneana
Lineal : se trata de una fractura del hueso del cráneo, con o sin afectación de los órganos internos. Cuando no se han comprometido los órganos internos, la rehabilitación lesionados accidente es más fácil y rápida.
Deprimido : se trata del hundimiento del hueso del cráneo, con o sin afectación de los órganos internos. Se puede predicar lo mismo que se dijo, cuando anotábamos que la rehabilitación es más sencilla y rápida, cuando los órganos internos no están comprometidos.
2.1.2. Base del Cráneo
Lineal : se presenta lo mismo que se dijo respecto de la lesión de la bóveda craneana pero, esta vez, la lesión lineal se divide en fosa anterior, media o posterior, dependiendo del lugar excato de la base craneana en el que se produjo el TCE.
2.2. Las Meninges
Se consideran como “no penetrantes”, cuando las meninges no se ven afectadas. Y, cuando el impacto afecta a estas membranas, se consideran “penetrantes” y, usualmente, están asociadas con hemorragia arterial.
En tal virtud, será necesario que en la clínica para accidente se tomen todas las medidas necesarias, entre ellas, las tendientes a evitar, a toda costa, la ulterior presencia de una Meningitis.