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Lesiones en la columna vertebral provocados por Accidentes de tráfico
Todos estos tipos de traumas son comunes en un accidente de tráfico. Sin embargo y para efectos metodológicos, los analizaremos por separado, dado que en lo que respecta al abdomen, por ejemplo, son muchos los órganos presentes que podrían resultar afectados.
Las lesiones más comunes en el abdomen y el torso
En vista de la ubicación retroperitoneal del páncreas y el duodeno y, además, de su estrecha relación anatómica y funcional, los traumas de estos dos órganos se tratan de manera conjunta.
Ahora, por su ubicación en la zona posterior y profunda del abdomen, se encuentran protegidos en la mayoría de los tipos de accidentes tráfico, en razón de lo cual, no profundizaremos al respecto, de momento.
Anotemos, sin embargo, que las consecuencias más graves se pueden presentar por trauma cerrado sobre el epigastrio, debido a la compresión contra la rígida columna vertebral, como sucede con el conductor que recibe un impacto contra el volante del vehículo automotor.
En caso de desaceleración brusca y repentina, el cinturón de seguridad, paradójicamente, suele producir trauma cerrado en el duodeno y sus ligamentos de fijación.
En lo que respecta, esta vez, a los traumas en el hígado, “después del accidente”, digamos que, por tratarse del órgano intra-abdominal y sub-diafragmático sólido de mayor volumen (después del bazo), es el que más se ve afectado por traumas cerrados o penetrantes, teniendo en cuenta el abdomen y, también, el tórax en general.
Un trauma cerrado en este órgano puede producir hematoma intra-hepático e, incluso, fracturas del órgano. El trauma penetrante, a su turno, suele producir laceraciones.
En ambos casos, se pueden presentar desgarros, avulsiones vasculares o, bien, laceraciones, pudiendo ser leves, moderadas o graves.
La causa de muerte más importante, por trauma hepático en accidente de tráfico, es la hemorragia masiva, seguida de la sepsis intra o extra-abdominal, casos en los cuales, el tratamiento se debe enfocar en el control de la hemorragia y la prevención de infecciones.
Veamos, ahora, lo referente al bazo, que es el órgano que, con más frecuencia, resulta afectado en los accidentes de circulación, y que se ve comprometido en los traumatismos penetrantes de la parte baja de tórax, abdomen alto y flancos, al tiempo que es causante de fallecimientos por la severa hemorragia que se suele producir.
Por ende, el rápido traslado del paciente a una clínica para accidente, es fundamental para salvar su vida.
En lo que respecta al trauma de colon y recto, tenemos que las heridas en estos órganos-tejidos, suelen ser las lesiones más mortales que puede enfrentar un cirujano en el abdomen, al tiempo que pueden ser producidos por traumas penetrantes o cerrados.
Muy importante, es el tema de los traumas de estómago que, aunque poco frecuentes por su ubicación en la parte intra-torácica del abdomen (protegido por la jaula torácica), suelen ser muy agresivos cuando se presentan.
Otros traumas abdominales importantes, que se pueden producir después del accidente de circulación, son los del intestino delgado y de los grandes vasos abdominales (como la aorta abdominal, las arterias mesentéricas inferior y superior, la vena cava inferior, las arterias renales y demás).
De otro lado pero en el mismo orden de ideas, tenemos que, desde el punto de vista anatómico, el torso comprende el tórax y la columna vertebral.
Por ende, para analizar las lesiones que se pueden presentar en el torso, durante un accidente de circulación y que hacen apremiante el traslado inmediato del paciente a una clínica para accidente, nos restaría hablar de los pulmones, el corazón y la columna vertebral, como los órganos restantes más importantes.
Las lesiones en la columna vertebral, el corazón y los pulmones, en los accidentes de tráfico
Las sacudidas repentinas tan propias de los accidentes de circulación, suelen producir esguinces, distensiones, fracturas de vértebras y hernias de disco.
La Espondilolistesis es un desplazamiento de la vértebra que se presenta, en la mayoría de los casos, en la base de la columna vertebral. Se trata de la fractura, de una o ambas partes, en forma de ala de una vértebra. Esta se puede deslizar hacia atrás, hacia adelante o, bien, debajo de un hueso.
La Radiculopatía, a su vez, es el daño o perturbación de la función nerviosa, que se produce cuando una de las raíces nerviosas, que se encuentran cerca de las vértebras, se comprime.
Para evitar secuelas accidente de tráfico, es preciso no mover al herido hasta que lleguen los servicios sanitarios al lugar del siniestro, dado que el daño a las raíces nerviosas puede causar la pérdida de sensación en las diferentes extremidades, dependiendo del lugar en que se encuentran las raíces dañadas.
Las lesiones del corazón o traumatismos cardíacos en los accidentes de circulación, son bastante frecuentes en España, desafortunadamente.
Se pueden producir por contusión directa en la cara anterior del tórax o, bien, por el mecanismo de aceleración-desaceleración con afectación cardíaca y, ocasionalmente, vascular, siendo una de las lesiones accidentes más complejas.
Por el mecanismo de acción, las manifestaciones clínicas, los métodos de diagnóstico y por el enfoque terapéutico, existen dos tipos de traumatismos cardíacos provenientes de los accidentes de tráfico.
De un lado, tenemos los cerrados sin solución de continuidad con el exterior y, de otra parte, existen los traumatismos abiertos que también se llaman “heridas penetrantes cardíacas”, en solución de continuidad con el exterior o, bien, como complicación de una cateterización interna.
Trátese de accidente coche, de moto, de camión o del que se trate, las heridas penetrantes cardíacas requieren de una atención inmediata, so pena de producirse el fallecimiento del paciente accidentado.
En lo que respecta, ahora, a las lesiones pulmonares por accidente de circulación, tenemos que son frecuentes y pueden ser cerradas o abiertas. Las heridas penetrantes en los pulmones, requieren de una atención especial e inmediata.
La lumbalgia como secuela de un accidente de tráfico
La lumbalgia es el dolor en la zona del dorso, desde las últimas costillas hasta los pliegues glúteos. Es la principal causa de invalidez en las personas entre los 19 y los 45 años de edad y la segunda causa más frecuente de pérdida de días de trabajo.
Aunque no representa riesgo mortal, es un problema de salud importante, al tiempo que, muchas veces, proviene de los accidentes de circulación.
La columna vertebral está conformada por los huesos de la espalda (vértebras), que se encuentran separados y protegidos por discos de cartílago que amortiguan los choques.
Las vértebras, además, están cubiertas por una fina capa de cartílago, al tiempo que se pueden mantener en su sitio, gracias a varios ligamentos y músculos que ayudan a estabilizar la columna vertebral.
La médula espinal, a su vez, está rodeada por la columna vertebral. A lo largo de toda la médula espinal, los nervios espinales salen por espacios localizados entre las vértebras, al tiempo que se conectan con otros nervios en todo el cuerpo.
Así las cosas, cuando la columna es lesionada durante un accidente de tráfico, de tal manera que se comprimen las raíces nerviosas espinales, se produce el dolor lumbar o lumbalgia que altera, ostensiblemente, la calidad de vida del paciente involucrado.